México
Según estimaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), de los aproximadamente cuatro millones de personas deportadas de Estados Unidos en la última década, una proporción significativa —al menos el 20%— eran exmiembros de pandillas. Tras cumplir sus condenas, estas personas fueron expulsadas a México. Debido a sus características físicas distintivas e identidades culturales híbridas, es probable que estos deportados enfrenten numerosos obstáculos en su integración a la sociedad mexicana. Este estudio busca explorar las vías sociales y las oportunidades disponibles para la reintegración social de estas personas, con el fin de comprender la esencia de sus procesos de asimilación. Además, esta investigación busca identificar los actores y contextos clave que facilitan la reintegración de estos deportados a sus nuevas vidas en México. Para lograr estos objetivos, realizamos una serie de entrevistas exhaustivas con exmiembros de pandillas, ahora deportados, residentes en Guadalajara. Los hallazgos subrayan la gravedad de los desafíos que enfrentan estas personas en términos de integración social: entre los problemas más importantes se incluyen la reintegración familiar y la obtención de empleo; El desarrollo de trastornos de salud mental; una predilección por el consumo de alcohol y drogas, lo que puede llevar a una posible adicción; y una mayor susceptibilidad a la violencia y a la participación en el crimen organizado.
According to estimates from the U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE), out of the approximately four million individuals deported from the U.S. in the past decade, a significant proportion — at least 20% — were former gang members. After serving their sentences, these individuals were expelled to Mexico. Due to their distinctive physical characteristics and hybrid cultural identities, these deportees are likely to confront myriad hurdles in their efforts to assimilate into Mexican society. This study endeavors to explore the social pathways and opportunities available to these individuals for societal reintegration, with the aim of comprehending the essence of their assimilation processes. Additionally, this research seeks to identify the key actors and contexts that enable these deportees' reintegration into their new lives in Mexico. To fulfill these objectives, we carried out a series of comprehensive interviews with former gang members, now deportees, residing in Guadalajara. The findings underscore the severity of the challenges these individuals face in terms of social integration: significant issues include family reintegration and the acquisition of employment; the development of mental health disorders; a predilection towards alcohol and drug use, leading to potential addiction; and an increased susceptibility to violence and entanglement in organized crime.