La Unión Europea jugó un rol preponderante en el golpe de Estado en Bolivia de noviembre de 2019. Esto se vio reflejado en una sucesión de acciones encabezadas por su representante, León de la Torre, no solo en la fase previa a las elecciones del 20 de octubre, sino durante el mismo proceso desestabilizador, al formar parte de una comisión que viabilizó una sucesión presidencial a todas luces inconstitucional.
Una vez consolidado el golpe, esta delegación internacional dio un amplio respaldo político y económico al gobierno de facto, a pesar de los informes técnicos que cuestionaban el argumento de fraude instalado por la OEA y el gobierno de Estados Unidos, las graves violaciones de derechos humanos reconocidos por instituciones internacionales y las transgresiones a principios básicos del derecho internacional.
The European Union played a determinant role in Bolivia’s November 2019 Coup. This role became clear from a series of actions taken by its representative, León de la Torre, prior to the October 20th elections as well as in the destabilization process, as part of the commission, that made the clearly unconstitutional presidential succession possible. Once the coup had been consolidated, this international delegation gave wideranging political and economic support to the de facto government, despite technical studies calling the OAS and U.S. government’s assertions of fraud, gross human rights violations, identified by international monitors, and violations of basic principles of international law.