La transposición de la Directiva 2019/2121 de movilidad de sociedades ha dado lugar a una regulación totalmente nueva de modificaciones estructurales. En el ámbito de las operaciones transfronterizas se realiza una ampliación de las operaciones armonizadas, y el legislador ha optado por un ámbito más amplio que el de la Directiva, admitiendo las escisiones a favor de sociedades ya existentes (y no solo de nuevas, la cesión global y las operaciones extraeuropeas. La compleja estructura de la ley da lugar a numerosas dudas en su aplicación, que se deben resolver siguiendo el principio de libertad de establecimiento, pero también la interpretación conforme con la Directiva. La más importante novedad es la atribución a la autoridad competente, en el caso español el registrador, de la obligación de controlar el abuso o fraude. Esto da lugar a un procedimiento largo y complejo, y a una inseguridad que debe ser moderada aplicando a este examen el principio de excepcionalidad que está recogido en la regulación.
The transposition of Directive 2019/2121 on the mobility of companies has given rise to a completely new regulation of structural modifications. In the field of cross-border operations, an extension of the harmonized operations is made, and the legislator has opted for a broader scope than that of the Directive, for example by admitting spin-offs in favor of already existing companies (not only new companies), global assignment and extra-European operations. The complex structure of the law gives rise to numerous doubts in its application, which must be resolved following the principle of freedom of establishment but also the interpretation in accordance with the Directive. The most important novelty is the attribution to the competent authority, in the Spanish case the registrar, of the obligation to control abuse or fraud. This gives rise to a long and complex procedure, and to an insecurity that must be moderated by applying to this examination a principle of exceptionality that is included in the regulation.