Las teorías complotistas, lejos de ser meras narrativas irracionales, constituyen la interpretación racional de una realidad que se presenta cada vez más incomprensible. Donatella Di Cesare argumenta que estas narrativas, denominadas «teorías conspirativas», atribuyen culpabilidad a grupos específicos, alimentando divisiones y tensiones políticas. Esto puede desviar la atención de las problemáticas estructurales y generar tanto despolitización como violencia en contra de dichos grupos. Aunque su enfoque se centra en el antisemitismo, se podría ampliar la mirada hacia diversas configuraciones complotistas vinculadas con otras formas de racismo. Di Cesare critica los enfoques que patologizan el complotismo y propone, en cambio, emplear la hermenéutica y la teoría crítica como herramientas para comprender las condiciones sociales que lo generan.
Far from being mere irrational narratives, conspiracy theories constitute a rational interpretation of reality that is becoming increasingly incomprehensible. Donatella Di Cesare argues that these narratives, commonly referred to as “conspiracy theories”, assign blame to specific groups, thereby fueling divisions and political tensions. This process can divert attention from structural issues, leading to both depoliticization and violence against the targeted groups. While Di Cesare’s analysis primarily focuses on antisemitism, the scope of conspiracist configurations could be extended to encompass other forms of racism. She critiques approaches that pathologize conspiracism and instead advocates for the use of hermeneutics and critical theory as tools to understand the social conditions that give rise to such narratives.