Expediente de limpieza de sangre de Jhoseph de Godoi i Villalba, natural de la villa de La Guardia Obispado de Jaén, año de 1646

• Autores: Rufino Illán Rueda
• Localización: Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, ISSN 0561-3590, Nº. 231, 2025, págs. 285-434
• Idioma: español
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    Los expedientes de limpieza de sangre fueron un recurso administrativo de instituciones civiles, religiosas, militares, municipales, universitarias que tenían como única finalidad la de controlar el acceso a quealquier puesto en la adnimistración, a toda persona que intentara concurrir a ello, debiendo, por tanto, acreditar su pureza de sangre, es decir, que era cristiano viejo en oposición a los cristianos nuevos, los recientemente bautizados y por tanto de dudosa fé, los judíos conversos.

    Fueron controles vergonzantes desde el mismo momento que se pusieron en practica, racistas, anticristianos, expedientes que estaban en contra de todo principio evangélico y de ello se tenía conciencia tanto entre los judíos como entre los cristianos. No fueron de aplicación general ni en el tiempo ni en toda la administración, era un recurso que se tenía guardado en el cajón para ponerlo en practica si se presentaba el momento.

    Eran recursos que agredían y bloqueaban a concretos estratos sociales y que impedían cualquier integración de los recién llegados a la Iglesia, los conversos. Recursos que bloquearon durante siglos la integración social desde el siglo XVI al siglo XIX.

    Se generaliza en la administración del Estado la petición de suprimirlos con la llegada de la Ilustración, fue un deseo de casi todos los politicos, sobre todo los que colaboraban con el rey Carlos III, deseo que se hacia extensible a la supresión también de la Inquisición, pero hubo que esperar para su abolición, hasta el 31 de enero de 1835 y perduró para los oficiales del Ejercito hasta 1859.

  • English

    The cleanliness of blood files were an administrative appeal from different institutions such as civil, religious, military, university and local ones, which main priority was to control the access from every individual who tried to do so, to a position in the administration, having to prove their “cleanliness of blood”, meaning that they were an old Christian in opposition to the new Christians (those who have been recently baptised and therefore of dubious faith).

    They were shameful controls from the moment they were put in practice: racists, antichristians; files that were against every evangelical principle and there was awareness of it both amongst jewish and christians.

    They were not generally applied neither in time nor in the whole of the administration, they were a resort that was hidden inside the drawer to put it into practice if needed.

    Appeals that assaulted and blocked specific social strata, and that were preventing the newcomers, the converted jews, to access the Church. These appeals blocked their socialfueron u integration for centuries, from the XVI to the XIX century. A request to remove them with the advent of the Inquisition was generalised in the State administration, there was an attempt, during the reign of Carlos III, just as with the Inquisition, but they had to wait for their abolition until 31 January 1835. It lasted until 1859 for the army officers.