El asedio al santuario de la Virgen de la Cabeza en Jaén es uno de los episodios de la Guerra Civil que ha suscitado mayor atención. En general, los estudios publicados se centran en el episodio bélico o en las vivencias de la población civil y de los guardias civiles y suelen olvidar, o tratan superficialmente, la odisea de un grupo de 6 guardias de asalto que permanecieron prisioneros del capitán Cortés durante el asedio. Este trabajo se centra en la suerte corrida por estos guardias de asalto. A Cortés para tomar las armas en defensa de la posición, pero sus solicitudes no fueron atendidas por el jefe de los alzados. Cuatro de los prisioneros se evadieron del santuario pocos días antes del fin del asedio. Los guardias prisioneros fueron readmitidos por los republicanos en el cuerpo. Una vez finalizada la Guerra Civil fueron sometidos por los vencedores a procesos judiciales militares con el fin de esclarecer su conducta durante el asedio y posteriormente. Dos de los prisioneros fueron condenados a penas de prisión fundamentalmente por haber denunciado a otros compañeros una vez finalizado el asedio, si bien salieron en libertad a los pocos años. Los restantes guardias fueron absueltos.
The siege of the sanctuary of the Virgen de la Cabeza in Jaén is one of the episodes of the Civil War that has attracted most attention. In general, the published studies focus on the war episode or on the experiences of the civilian population and the civil guards and usually forget, or treat superficially, the odyssey of a group of 6 assault guards who remained prisoners of Captain Cortés during the siege. This work focuses on the fate of these guardsmen. To Cortés in defense of the position, but their requests were not heeded by the leader of the rebels. Four of the prisoners escaped from the sanctuary a few days before the end of the siege. The prisoner guards were readmitted to the corps by the Republicans. Once the Civil War was over, they were subjected by the winners to military courts in order to clarify their conduct during the siege and afterwards. Two of the prisoners were sentenced to prison terms mainly for having denounced other comrades once the siege was over, although they were released a few years later. The remaining guards were acquitted.