En este artículo se plantea que las experiencias de participación que se llevan a cabo en la comunidad hacen importantes aportaciones para el logro de los objetivos convenidos en el acuerdo multilateral Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, especialmente al tener en cuenta la democracia participativa, que ha sido escasamente considerada. Lo anterior involucra una crítica sobre la manera en que el Estado mexicano —a partir de las estrategias para la implementación de dicho acuerdo— presenta su postura frente a los pueblos indígenas al identificarlos sólo como grupos vulnerables, con lo cual se da continuidad a su asimetría política. La propuesta de este escrito consiste en identificar y reconocer la aportación de las formas de participación comunitaria, derivadas del comunalismo y la comunalicracia, para considerar su incorporación en las leyes de participación de los gobiernos locales a fin de mejorar la relación entre ciudadanos y gobiernos que se establece en el ODS 16
This article proposes that the participation experiences carried out in the community make important contributions to the achievement of the objectives agreed in the multilateral agreement Agenda 2030 for sustainable development, especially when considering direct democracy, that has been barely considered. The above involves a critique of the way in which the Mexican State —based on the strategies for the implementation of said agreement— presents its position towards indigenous people by identifying them only as vulnerable groups, thereby continuing their asymmetry policy. The proposal of this paper consists of identifying and recognizing the contribution of forms of community participation, derived from communalism and communalocracy, to consider their incorporation into the participation laws of local governments in order to improve the relationship between citizens and governments that is s established in Sustainable Development Goal 16