el siglo XXI está marcado por un desarrollo tecnológico sin precedentes que está transformando nuestra sociedad, remodelando la industria y fomentando la innovación en prácticamente todos los ámbitos. Como era de esperar, los conflictos armados no son ajenos a estos avances. De hecho, el progreso tecnológico ha penetrado con tal fuerza en este escenario que el modus operandi de las partes beligerantes se está viendo alterado. En este delicado contexto, la inteligencia artificial desempeña un papel crucial, especialmente cuando se integra en los sistemas de armas autónomas en la medida en que ello trae como resultado la creación de dispositivos con capacidad para ejecutar operaciones militares que requieren una mínima intervención humana. Esta realidad plantea serios interrogantes que exigen un análisis profundo del Derecho Internacional Humanitario. Consecuentemente, examinaremos esta rama jurídica para determinar si afronta de manera adecuada los desafíos que surgen en las contiendas actuales marcadas por el uso del armamento anteriormente referido.