Este artículo explora el potencial de las comunidades de práctica como complemento de la academia tradicional para generar conocimiento democrático. Centrado en experiencias históricas como la “universidad de pobres” en Arantzazu (Gipuzkoa, País Vasco), así como en el movimiento trascendentalista norteamericano, propone que estas comunidades posibilitan una participación equitativa y colaborativa entre agentes con trayectorias diversas. Se argumenta que la integración de saberes académicos y experienciales es fundamental para afrontar crisis contemporáneas mediante una epistemología inclusiva. En este marco, el artículo proporciona fundamento empírico al concepto de “hermandades epistémicas”, una herramienta de resistencia y transformación que permite superar barreras interpretativas y democratizar la producción y difusión del conocimiento, ofreciendo pruebas de su capacidad para promover un aprendizaje colectivo e impulsar la innovación democrática.
This article examines the potential of communities of practice as a complement to traditional academia for generating democratic knowledge. Focusing on historical experiences such as the Jakin group and the “university of the poor” in Arantzazu (Gipuzkoa, Basque Country), as well as the North American transcendentalist movement, it argues that these communities enable equitable and collaborative participation among agents with diverse backgrounds. It posits that integrating academic and experiential knowledge is essential for addressing contemporary crises through an inclusive epistemology. In this context, the article provides empirical evidence for the concept of “epistemic fraternities” as a tool for resistance and transformation, allowing marginalized groups to overcome interpretative barriers and democratize the production and dissemination of knowledge, demonstrating their capacity to foster collective learning and drive democratic innovation.