José Manuel Díaz González, Jennifer Hernández Martín
Las mujeres en situación de sinhogarismo, a menudo invisibilizadas, enfrentan desafíos específicos como la violencia de género y la falta de recursos adaptados a sus necesidades, generalmente diseñados desde una perspectiva androcéntrica. La intervención grupal se presenta como una metodología potencialmente efectiva para mejorar el bienestar y el desarrollo de estas mujeres en recursos residenciales. Este estudio tiene como objetivo conocer la percepción de las mujeres sobre los beneficios de estas intervenciones y evaluar la valoración de los y las profesionales implicados. Se utilizó un enfoque cualitativo, con entrevistas a diez profesionales y diez mujeres participantes en un proyecto en Santa Cruz de Tenerife. Los resultados muestran mejoras en el bienestar emocional, autoestima y la creación de redes de apoyo, permitiendo a las participantes afrontar sus dificultades y desarrollar nuevas expectativas de vida. Los y las profesionales valoran la creación de entornos solidarios y recomiendan la replicación de estos proyectos en otros contextos. Se concluye que las intervenciones grupales son efectivas para el empoderamiento y reintegración social de las mujeres, debiéndose adaptar un enfoque especializado y adaptable para abordar sus complejas realidades. No obstante, se proponen mejoras como aumentar la frecuencia y diversidad de las actividades.
Women experiencing homelessness often rendered invisible, face specific challenges such as gender-based violence and the lack of resources tailored to their needs, typically designed from an androcentric perspective. Group intervention emerges as a potentially effective methodology to enhance the well-being and development of these women in residential resources. This study aims to explore women's perceptions of these interventions' benefits and evaluate the professionals' assessment. A qualitative approach was used, involving interviews with ten professionals and ten women participating in a Santa Cruz de Tenerife project. Results show improvements in emotional well-being and self-esteem, as well as the creation of support networks, enabling participants to tackle their difficulties and develop new life expectations. Professionals value the creation supportive environments and recommend replicating these programs in other contexts. It is concluded that group interventions are adequate for women's empowerment and social reintegration, and a specialized and adaptable approach is necessary to address their complex realities. However, improvements such as increasing the frequency and variety of activities are recommended.