David Foust Rodríguez
La crisis económica generada por la pandemia de COVID-19 destruyó cientos de millones de empleos a nivel mundial, precarizando todavía más el escenario laboral de las y los jóvenes. También representó una oportunidad para valorar la oportunidad del teletrabajo, la flexibilidad y la autonomía en el trabajo. Esta experiencia compartida podría contribuir a la configuración de las preferencias y expectativas laborales de jóvenes que inician su trayectoria laboral. El objetivo de este artículo fue contrastar hipótesis para aportar conocimiento en relación con estas posibles reconfiguraciones. A partir de análisis de clústeres, entre otros análisis, de una encuesta transversal con una participación de 300 jóvenes, se realizó un estudio de la significación del trabajo entre jóvenes de la metrópolis colombiana de Bucaramanga. Los hallazgos principales permiten concluir que hay un sector mayoritario que califica positivamente su empleo actual, valora el trabajo como algo central en sus vidas, y prefiere un empleo en función de la paga y la estabilidad, lo que contrasta con otros estudios que muestran una caída en la centralidad del trabajo en la vida de las personas, y una preferencia mayor por los empleos con propósito y con más flexibilidad y autonomía.
The economic crisis generated by the COVID-19 pandemic destroyed hundreds of millions of jobs worldwide, making the employment scenario even more precarious for young people. It also represented an opportunity to cherish the opportunity of teleworking, flexibility, and autonomy at work. This shared experience may contribute to framing young people's preferences and work expectations when starting their careers. This article aimed to test hypotheses to provide knowledge regarding these possible reconfigurations. Based on cluster analysis, among other analyses, of a cross-sectional survey involving 300 young people, a study was carried out on the significance of work among young people in the Colombian metropolis of Bucaramanga. The main findings suggest that there is a majority sector that gives their current job a good rating, values work as central to their lives and prefers a job based on pay and stability. This contrasts with other studies that show a decline in the centrality of work in people's lives and a clear preference for meaningful jobs with more flexibility and autonomy.