Venezuela
En el primer cuarto del siglo XXI, la sociedad venezolana experimentó una constante tensión política, social y económica, animada por campañas que pretendieron sumar adhesiones, destruir disidencias, ocultar la compleja realidad social y confundir a la población. Las elecciones presidenciales de 2024 abrieron la posibilidad de superar este panorama y avanzar en la reinstitucionalización de la vida nacional, es decir: dejar atrás el uso del Estado para imponer una hegemonía en las comunicaciones y modelar la lectura de la realidad en función de los intereses de una parcialidad política.