Valladolid, España
Objetivos: analizar una política sectorial europea, valorar críticamente sus resultados y ofrecer posibles remedios. Metodología: análisis normativo, doctrinal y jurisprudencial, así como de los más recientes informes. Resultados: la promoción positiva de la competencia ha dado lugar a servicios de banda ancha casi universales, mercados muy competitivos, elevada portabilidad, crecimientos de tráfico exponenciales y precios bajos, pero con operadores descapitalizados y con escasa capacidad de inversión. La situación competitiva del sector finalmente ha permitido la desregulación de los mercados. No obstante, las empresas reclaman una mayor consolidación del sector. Se ha suscitado también si la regulación debe crear las condiciones para que las grandes tecnológicas contribuyan a financiar unas redes de las que son los principales usuarios. Conclusiones: la política europea de telecomunicaciones tiene dos caras. Es verdad que ha promovido un sector muy competitivo, con una cobertura universal del servicio y precios muy bajos. Sin embargo, también ha contribuido a la descapitalización de los operadores europeos, que no hace tanto tiempo eran líderes mundiales. La solución deben buscarla las propias empresas, en su dinamismo y creatividad. No obstante, la regulación debe facilitarla, premiando el esfuerzo inversor, lo que impulsará la innovación y el crecimiento del sector.
Objectives: To analyse a European sectoral policy, critically assess its results and offer possible remedies. Methodology: Regulatory, doctrinal and jurisprudential analysis, as well as the most recent reports. Results: The positive promotion of competition has resulted in almost universal broadband services, highly competitive markets, high portability, exponential traffic growth and low prices, but with undercapitalised operators with low investment capacity. The competitive situation of the sector has finally allowed the deregulation of markets. Nevertheless, companies are calling for further consolidation of the sector. It has also been raised whether regulation should create the conditions for Big Tech to contribute to financing networks of which they are the main users. Conclusions: European telecoms policy has two faces. It is true that it has promoted a very competitive sector, with universal service coverage and very low prices. However, it has also contributed to the decapitalisation of European operators, which not so long ago were world leaders. The solution must be found by the companies themselves, in their dynamism and creativity. However, regulation must facilitate it, rewarding investment efforts, which will drive innovation and growth in the sector.