José Francisco Escudero Moratalla, Joan Raposo García
Estos artículos sobre expresiones jurídicas latinas, son un cajón de sastre, son una «obra de muchas obras», de ello se desprende, que, en gran parte son fruto y mérito (si lo hubiera) de otros y no nuestro. Se ha partido fundamentalmente, del derecho romano como basamento y fundamentación del ordenamiento jurídico. Se ha dicho y no sin razón, que, si un ciudadano romano se hubiese podido transportar en el tiempo hasta nuestros días, aún a pesar del cambio operado en las civilizaciones y los avances técnicos y tecnológicos ocasionados en el seno de las mismas, con quien menos problemas de entendimiento tendría el ciudadano romano sería con un jurista, dada la similitud de instituciones jurídicas que se han transmitido y que perviven en nuestros días. Y dicha tarea, siempre, la hemos llevado a cabo con alegría: la mejor filosofía es buscar con alegría, la alegría del saber, la inquietud del descubrimiento… «buscar por el placer de buscar, no por el de encontrar» (Jorge Luis Borges). Hace muchos años, los maestros del buen vivir creían que el camino a la completud era la sabiduría, la comprensión clara, una disposición mental capaz de guiar hacia la tranquilidad interior. Porque la sabiduría es el arte de emplear bien la ignorancia, y la duda, que viene a ser uno de los nombres de la inteligencia… En este estado de sensaciones, pretendemos que estas citas y expresiones no sean solo un medio de expresión artística y emocional, sino también un estímulo poderoso para conseguir la plasticidad jurídica por parte de los profesionales del derecho.