Una de las críticas más trilladas al giro decolonial consiste en afirmar que sostiene una visión esencialista y ahistórica de las identidades. Este ensayo pone a prueba estas acusaciones mediante una revisión de algunos textos fundamentales de la corriente decolonial. Por una parte, muestro que, si bien el giro decolonial retoma el tema tradicional de la identidad latinoamericana, tacharlo de esencialista resulta de una lectura simplificadora y homogeneizadora. Por otra parte, formulo la hipótesis de que el meollo del asunto radica más bien en un “régimen de historicidad” (Hartog 2015) marcado por la primacía del pasado en los discursos sobre la identidad cultural