Zaragoza, España
China
Introducción: Este estudio longitudinal presenta los primeros datos (a los seis y a los doce meses) de los beneficios de implementar una formación sobre dispensación de primeros auxilios y promoción de la salud mental a una red de agentes voluntarios en organizaciones. Además de la formación, la acción se enfocó en la creación de grupos de intercambio y seguimiento. Se buscó mejorar las condiciones psicosociales del medio laboral, detectar síntomas psicopatológicos de manera temprana, proporcionar técnicas de apoyo, orientar hacia los servicios de salud y fomentar acciones que promuevan el bienestar. Material y Métodos: Participaron 685 empleados de 22 empresas (477 en el grupo de intervención y 208 en el grupo control). Se utilizaron los siguientes instrumentos: 1) Ficha de datos demográficos y laborales; 2) Cuestionario de Salud General (GHQ-12); 3) Cinco ítems de The Columbia-Suicide Severity Rating Scale, y 4) Maslach Burnout Inventory (MBI General Survey).
Resultados: El grupo de intervención mostró mejoras significativas en el tiempo en las dimensiones de despersonalización y realización personal. También se identificaron diferencias en Salud General, despersonalización y realización personal entre este grupo y el grupo control. Conclusión: La implementación de una red de agentes promotores de salud mental en las organizaciones mejoró aspectos clave del bienestar psicológico de los empleados, confirmando la conveniencia de continuar con el estudio en estos medios y subrayando la efectividad de intervenciones estructuradas y sostenibles para la promoción de la salud mental en el entorno laboral.
Introduction: This longitudinal study presents the first data (at six and twelve months) on the benefits of implementing a training on first aid dispensing and mental health promotion to a network of volunteer agents in organisations. In addition to training, the action focused on the creation of exchange and follow-up groups. The aim was to improve psychosocial conditions in the working environment, to detect psychopathological symptoms early, to provide support techniques, to orientate towards health services and to encourage actions that promote well-being. Material and Methods: 685 employees from 22 companies participated (477 in the intervention group and 208 in the control group). The following instruments were used: 1) Demographic and employment data sheet; 2) General Health Questionnaire (GHQ-12); 3) Five items of The Columbia-Suicide Severity Rating Scale, and 4) Maslach Burnout Inventory (MBI General Survey). Results: The intervention group showed significant improvements over time in the dimensions of depersonalisation and self- fulfilment. Differences in General Health, depersonalisation and personal accomplishment were also identified between this group and the control group. Conclusion: The implementation of a network of mental health promoters in organisations improved key aspects of employees' psychological wellbeing, confirming the desirability of further study in these settings and underlining the effectiveness of structured and sustainable interventions for the promotion of mental health in the work environment.