Uno de los problemas socioeconómicos más urgentes en los países de la UE ha sido la despoblación de una parte significativa de su territorio. Las áreas menos urbanizadas se perciben como lugares poco atractivos para vivir y han estado perdiendo población de manera constante en las últimas décadas. En el caso de España, este fenómeno europeo se ha visto exacerbado en varios territorios caracterizados por una gran presencia histórica de industrias primarias y extractivas. Cuantificamos empíricamente la contribución que tuvo el cierre de la minería del carbón, fuertemente subvencionada, en las tendencias de despoblación experimentadas en las áreas intensivas en minería en España. Esto plantea una cuestión de investigación interesante, ya que tanto los territorios mineros como los no mineros en España han sufrido una notable tendencia negativa en términos demográficos desde principios de los años noventa, período en el cual la industria minera del carbón comenzó a cesar progresivamente su actividad. Nuestra estrategia empírica se basa en estimadores de emparejamiento que comparan la tendencia demográfica entre municipios con alta y baja intensidad minera en cuatro provincias, controlando por características observables y aislando el efecto neto del "shock" originado por el fin de estas actividades mineras. Nuestro análisis encuentra un efecto negativo, estadísticamente significativo y considerable, en la caída de la población de los municipios mineros entre 1991 y 2011.