Katerin Elizabeth Arias Ortega, Viviana Villarroel Cárdenas
El artículo expone resultados de investigación sobre la (in) justicia social que ha caracterizado la educación escolar rural en contextos indígenas en la Araucanía, Chile. La educación escolar rural en territorios indígenas, históricamente, se ha caracterizado por ofrecer una escolarización formal de baja calidad, la que ha obtenido los peores resultados en las pruebas estandarizadas del Sistema de Medición de la Calidad de Enseñanza (SIMCE). El logro educativo en el sistema escolar chileno se ha posicionado a nivel internacional en los puestos más bajos, según resultados académicos como los que arroja el Programme for International Student Assessment (PISA). Esta realidad se acrecienta aún más en escuelas rurales multigrado y unidocentes en territorios indígenas, aumentando las brechas educativas entre indígenas y no indígenas, perpetuando prácticas de discriminación y desigualdad educativa. La metodología es de corte cualitativo con un enfoque descriptivo. Participaron profesores, padres y madres de escuelas situadas en comunidades mapuche. Los resultados dan cuenta de una violencia estructural hacia los niños y jóvenes que desarrollan su escolarización en estos espacios educativos, a través de un abandono en los aspectos económicos, afectivos y de capital humano avanzado para mejorar la calidad de la educación.
This article presents research findings on the (in)justice that has characterized rural education in indigenous contexts in the Araucanía, Chile. Historically, rural education in indigenous territories has been marked by the provision of low-quality formal schooling, which has consistently yielded the poorest results in standardized assessments conducted by the System for the Measurement of Educational Quality (SIMCE). Educational achievement within the Chilean school system ranks among the lowest internationally, as evidenced by results from the Programme for International Student Assessment(PISA). This situation is exacerbated in multigrade and single-teacher rural schools located in indigenous territories, further widening the educational gaps between indigenous and non-indigenous populations and perpetuating practices of discrimination and educational inequality. The study employs a qualitative methodology with a descriptive focus. Participants included teachers and parents from schools situated in Mapuche communities. The findings reveal a structural violence directed at children and youth who undergo their education in these settings, manifesting as neglect in economic, emotional, and advanced human capital aspects essential for enhancing educational quality.