Claudia Liliana Perlo, Diego Carmona Gallego, María Celeste Carlín
En este trabajo, profundizamos la reflexión teórica en torno a la relación entre obediencia y violencia dentro del paradigma securitario en el encierro. Esta reflexión deriva del corpus teórico-conceptual que forma parte de nuestras investigaciones, enmarcadas en el encierro como contexto socio-educativo. Comprendemos la violencia como un complejo fenómeno social que se encuentra ligado a una deriva sociohistórica, generada por condiciones de vida patriarcales que han fragmentado lo humano. Inicialmente, hacemos referencia al paradigma represivo-punitivo que sustentan las políticas públicas actuales ancladas en la seguridad, con especial referencia a las políticas penitenciarias. Profundizamos en los aportes teóricos, en torno a la banalidad del mal, revisando los experimentos de los psicólogos sociales Stanley Milgram (1963) y Philippe Zimbardo (1969), quienes, empíricamente, demuestran la tesis de la filósofa Hannah Arendt (1963/1999). Estos aportes nos conducen a revisar investigaciones recientes de la epigenética en torno a los contextos que propician la violencia. Nuestra metodología, guiada por la investigación-acción-participativa, nos permite articular vívidos testimonios de campo con la teoría aquí expuesta. Finalmente, presentamos conclusiones en torno a las tensiones entre la seguridad y el cuidado en el contexto de encierro que ponen en vilo las democracias actuales.
In this paper, we deepen the theoretical considerations on the relationship between obedience and violence within the security paradigm. These considerations emerge from the theoretical-conceptual corpus that is part of our research in the socio-educational context of the penitentiary system. We understand violence as a complex social phenomenon linked to a socio-historical development caused by patriarchal living conditions that have fragmented the human being. Next, we address the repressive-punitive paradigm that underlies current security-focused prison policies. We address the theoretical contributions around the banality of evil by looking at the experiments of social psychologists Stanley Milgram (1963) and Philippe Zimbardo (1969) that provide empirical evidence for philosopher Hannah Arendt’s thesis (1963/1999). These contributions lead us to review recent epigenetic research on the contexts that promote violence. Our methodology, guided by participatory action research, allows us to reconcile vivid accounts of experience with the theory presented here. Finally, as a conclusion, we describe the tensions between security and care in the context of captivity that plague contemporary democracies