Alejandra Chacón
Una de las chispas (nunca mejor dicho) de inspiración que tuvo Mary Shelley en la creación de la historia de Frankenstein, fueron los experimentos que se estaban haciendo en la época utilizando la corriente eléctrica. Habían visto que, si descargaban electricidad sobre un cuerpo, incluso sin vida, parecía que este se movía. Puedo imaginar la fascinación por observar cómo cuerpos inanimados reaccionaban gracias a los impulso eléctricos.