Las pérdidas generadas, en las sociedades de capital, en circunstancias excepcionales (crisis económica, COVID-19, DANA), vienen siendo excluidas en el cómputo de la causa disolutoria por desequilibrio patrimonial, permitiendo eliminar las obligaciones de activar los deberes disolutorios, con la finalidad de que las sociedades en las que se han generado y las tienen incorporadas en su balance, puedan ir compensándolas con la posterior continuación de la actividad. A raíz de la no convalidación de una Real Decreto Ley, las pérdidas procedentes del COVID-19 han de ser computadas de inmediato, lo que obliga a los administradores a actuar según los mandatos legales. Por el contrario, en el caso de las pérdidas procedentes de la DANA, las mismas finalmente no se computarán hasta el cierre del ejercicio iniciado en 2026.
Losses generated in capital companies in exceptional circumstances (financial crisis, COVID-19, DANA), have been excluded in the calculation of the dissolution cause due to asset imbalance, allowing the elimination of the obligations to activate the dissolution duties, with the purpose that the companies in which they have been generated and have them incorporated in their balance sheet, can compensate them with the subsequent continuation of the activity. As a result of the non-validation of a Royal Decree Law, the losses from COVID-19 have to be computed immediately, which obliges the administrators to act according to the legal mandates. On the other hand, in the case of the losses from DANA, they will not be finally computed until the end of the fiscal year beginning in 2026.