Comienza un nuevo ciclo en la conciencia social española. Hasta ahora, se ha identificado el incremento de consumo de energía exclusivamente como un indicador del aumento de la actividad económica y el bienestar social; hoy, cada vez más ciudadanos comprenden que el modelo energético actual entraña determinados riesgos para la salud y el medio ambiente e incertidumbres para el progreso económico de nuestro país