En los últimos años, se ha dedicado una atención académica creciente a la comprensión de las consecuencias de tres fenómenos en auge sobre la legitimidad democrática: el populismo, la polarización y la contra-reacción cultural. Aunque la literatura ha reconocido ampliamente las raíces comunes de los tres fenómenos y la forma en que se influyen mutuamente, poco se sabe sobre su relación empírica a nivel actitudinal. Utilizando datos de España, este artículo examina si (y cómo) la polarización afectiva, las actitudes populistas y los valores de la contra-reacción cultural están conectados en las actitudes de los ciudadanos y en qué medida afectan al apoyo a la democracia como mejor forma de gobierno. Los resultados indican que mantener de manera consistente opiniones populistas, valores culturales conservadores y estar afectivamente polarizado es particularmente perjudicial para la democracia cuando este patrón actitudinal es mantenido por los individuos más jóvenes. Discutimos las implicaciones que la socialización en entornos democráticos marcados por una retórica populista frecuente y una polarización creciente podría tener sobre el compromiso democrático de las generaciones más jóvenes de ciudadanos.
In recent years, substantial scholarly attention has been devoted to understanding the consequences of three increasing phenomena on democratic legitimacy: populism, polarization, and cultural backlash. While the literature has widely acknowledged the common roots of the three phenomena and the way they mutually influence each other, little is known about their empirical relationship at the attitudinal level. Using data from Spain, this article examines whether and how affective polarization, populist attitudes, and cultural backlash values are connected to citizens’ attitudes, and the extent to which they affect support for democracy as the best form of government. The results indicate that holding consistently populist views, conservative cultural values, and being affectively polarized is particularly harmful for democracy when this attitudinal pattern is maintained by younger individuals. We discuss the implications that socialization in democratic environments marked by frequent populist rhetoric and rising polarization might have on younger generations’ democratic commitment.