El Derecho es más que la Ley y es el instrumento de la Justicia. Algo básico pero que no termina de cuajar, porque entre nosotros se tiende a identificar el Derecho con la Ley. Esta concepción, dada la proliferación normativa y la degradación de la Ley, tiene que cambiar, resultando imprescindible que los juristas y los abogados intervengan en forma relevante en la técnica y producción legislativa.