Salamanca, España
La trata de seres humanos no sólo resulta ser uno de los delitos que mayor flujo económico —de origen ilícito— mueve a nivel mundial (junto con el tráfico de estupefacientes y el de armas); sino que, además —y en este punto nos adentraremos en el presente trabajo—, es uno de los ilícitos donde de forma más clara se ve reflejada la violencia de género, en especial en su modalidad de explotación sexual de mujeres, la cual se intensifica cuando los tratantes se valen de mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad, lo que prácticamente anula su capacidad de consentir libremente sus actos. Esas circunstancias implican una violación a los derechos humanos fundamentales. Todo ello nos lleva a efectuar un abordaje integral de la trata desde un enfoque victimocéntrico del delito, basado en un análisis tripartito de la trata sexual planteado como «paradigma de las 3V»: violencia de género, vulnerabilidad de las víctimas y violación de los derechos humanos.