La responsabilidad civil profesional del psiquiatra ante el suicidio del paciente presenta serias dificultades que deben resolverse sobre la base y concurrencia del triángulo de requisitos determinantes de la existencia de la responsabilidad civil: la acción antijurídica, que derivará de un inadecuado diagnóstico; la omisión antijurídica de no advertir el riesgo suicida y no adoptar el tratamiento farmacológico y las medidas de evitación acordes al potencial riesgo; y el daño causalmente relacionado, que se concreta en el desenlace fatal al consumarse la acción suicida. Ante la incertidumbre causal se acude como fórmula solutoria de la doctrina de la pérdida de la oportunidad.