Santiago, Chile
El estudio concibe a los partidos como asociaciones que, como otras, requieren normas mínimas de ordenación. Entre las normas que debería establecer la ley, figuran: los requisitos de formación y disolución, sobre la base de que sean objetivos y moderados; la garantía de la democracia interna, mediante la generalización del voto secreto en todas las decisiones de importancia; la protección del derecho de expresión de las minorías y las normas sobre publicidad del funcionamiento y de las finanzas. Finalmente se analizan los aspectos de fondo de las asociaciones políticas ilícitas y se formulan, a este respecto, algunas ideas de orden procesal. El estudio está desarrollado a partir del principio de que la ley sólo debe regular las materias esenciales e inexcusables para el funcionamiento de los partidos en un orden constitucional y democrático. Se plantea así el riesgo de que una ley demasiado reglamentaria resulte altamente ineficaz.