La democracia es el sistema de gobierno que parece más adecuado para cimentar en Chile un régimen político estable y duradero. Un tránsito desde el actual estado de cosas hacia su consolidación definitiva exige revisar las dificultades que sufrió el país en forma previa a su instauración, los factores que cabe resolver para afianzar su éxito, las modernizaciones que demanda y ciertas precisiones al modelo que se intenta aplicar. Respecto de las dificultades previas, el trabajo analiza el régimen de partidos políticos imperante hacia comienzos de la década del setenta, caracterizándolo de múltiple, pluralista y altamente polarizado, perfilando un esquema de división en tres tercios, que habría sido causante de la ingobernabilidad del país.