Acceso usuarios
Federico Valentini
En Italia, el proceso de transformación digital de las administraciones públicas está todavía inacabado. La dificultad de su aplicación viene dada por la gran velocidad de los avances científicos y tecnológicos frente a la lentitud de la normativa y de las administraciones públicas para aplicar los cambios. De hecho, existen muchos riesgos en el proceso de transición digital: la vulnerabilidad de los sistemas, terreno fértil para los ataques de piratas informáticos; la protección inadecuada de la privacidad de los usuarios con la consiguiente dispersión de datos sensibles; la exclusión del uso de los servicios de categorías frágiles (como las personas mayores, los indigentes o los discapacitados). De ahí el peligro de que aumenten las desigualdades sociales, ya muy marcadas en nuestro país.
Todo esto se aplica también al sector sanitario en el que la transición a lo digital es aún más difícil debido a la gran organización y delicadeza del bien protegido.
La necesidad de transferir los servicios de salud pública del mundo real al virtual ha sufrido una fuerte aceleración con la pandemia de Covid-19, durante la cual la inadecuación digital se reveló en todo su dramatismo en la compleja operación de contención de la infección.
El refuerzo del presupuesto plurianual por parte de Europa y la consecuente N.R.R.P del Estado representan una oportunidad sin precedentes para crear un Sistema de Salud innovador, inclusivo, equitativo y sostenible basado en la Salud Pública Digital. Sin embargo, para que el N.R.R.P no sea un Libro de Sueños sino un verdadero Plan de desarrollo y crecimiento, es necesario utilizar ingentes créditos para una reorganización administrativa profunda y estructural que haga efectivo ese derecho a la “buena administración” consagrado en el art. 41 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y obtener, de este modo, beneficios en términos de protección de la salud y salvaguardia de los presupuestos públicos.
In Italy, the digital transformation process of public administrations is still unfinished today. The difficulty of implementation is given by a high-speed scientific and technological progress compared to the slow pace of regulations and public administrations to implement the changes. In fact, there are many risks in the digital transition process: the vulnerability of systems, fertile ground for hacker attacks; inadequate protection of users' privacy with consequent dispersion of sensitive data; the exclusion from the use of the services of fragile categories (such as the elderly, the indigent or the disabled). Hence, the danger of increasing social inequalities which are already very marked in our country.
All this also applies to the health sector in which the transition to digital is even more difficult due to the big-organization and delicacy of the protected asset.
The need to transfer public health services from the real world to the virtual one has undergone a strong acceleration with the Covid-19 pandemic, during which digital inadequacy was revealed in all its drama in the complex operation to contain the infection.
The strengthening of the multiannual budget by Europe and the consequent N.R.R.P of the State represent an unprecedented opportunity to create an innovative, inclusive, equitable and sustainable Health System based on Digital Public Health. However, in order for the N.R.R.P is not a Book of Dreams but a real Plan for development and growth, it is necessary to use the huge appropriations for a profound and structural administrative reorganization in order to make effective that right to “good administration” engraved in art. 41 of the Charter of Fundamental Rights of the European Union and obtain, in this way, benefits in terms of health protection and the safeguarding of public budgets.
