Acceso usuarios
Ramón Fernández Durán
La llegada de Clinton a la presidencia no ha cambiado prácticamente nada. En lugar de atajar los problemas de raíz se ahonda en un círculo sin salida que pretende atajar el desorden creciente con mayor aparato represivo. El modelo económico imperante, basado en la libre circulación de capitales propicia la separación entre la economía real y la financiera, provocando enormes trasvases de capital desde las zonas deprimidas a las regiones opulentas. A la postre la ineficiencia del modelo y los altísimos costes ambientales que genera alientan la expansión de la ingobernabilidad en la periferia del sistema, sin que quimera de un nuevo orden mundial pueda esconder su fracaso.
