Fernando Roch
La idea es que el Plan del 85 cayó en la trampa de la crisis, es decir, primó la base sobre el vértice. Luego vinieron los años del "boom" y se puso Madrid como un obelisco, todo por las nubes y los bajos inundados. Se trata de recuperar la excelencia territorial y urbana. Se quiere para Madrid, en una ensoñación quimérica, el centro por excelencia, la metrópolis indispensable. El vértice perdido, se encuentra así, a espaldas de lo real, pero espléndido sobre la limpia superficie de los tableros. A mayor gloria del ejercicio urbanístico de gabinete.