Sin lugar a dudas, el caso de la Familia Pomar desveló a gran parte de la opinión pública argentina. El día 14 de Noviembre una familia compuesta por Gabriela Viagrán y Fernando Pomar junto a sus dos hijas despareció misteriosamente cuando viajaban de José Mármol hasta la ciudad de Pergamino en la Provincia de Buenos Aires. La desaparición de la familia pronto dio lugar a un sinnúmero de especulaciones, desde videos que aseguraban haber visto a la familia en ciudades recónditas hasta personas o vecinos que aseguraban que el matrimonio mantenía deudas financieras, problemas de pareja, desviaciones psicológicas y otros. Todas estas excusas estaban orientadas a justificar la desaparición haciendo la realidad más asequible. Finalmente, todo se diluyó cuando la familia apareció 24 días después. Los cadáveres de las cuatros personas estaban tendidos al costado de la ruta en Gahan (nro 31). Los peritajes pronto dilucidaron que se trató de un accidente y posterior despiste que acabó con la vida del conductor y de los cuatro acompañantes. Este caso reveló también ciertas ineficiencias y negligencias dentro de la Policía bonaerense que le costó el puesto a algunos de sus funcionarios más destacados. En forma cualitativa haremos un seguimiento del contenido de las diferentes columnas del diario Clarín (versión electrónica), uno de los más leídos, con respecto al caso. El origen de la tragedia nace del encuentro entre el logos y el pathos, tema que será desarrollado en las secciones siguientes.
El turismo moderno comparte con el desplazamiento nómada con las tribus arcaicas esa fascinación por lo nuevo, pero se distancia del primero por cuanto es mucho más estable y seguro. Viajar (hoy día) no es lo que era hace 5.000 años. Hay toda una serie de mecanismos de seguridad tendientes a salvaguardar la seguridad del viajero. El Estado mismo se constituye como el garante de la seguridad del viajero por medio del accionar de la fuerza policial. No obstante, algunos teóricos están comenzando a cuestionar dicha realidad. Para muchos, el viaje puede ser considerado un proceso liminar en donde surgen una serie de amenazas que debe hacer frente hasta retornado al hogar (Roehl y Fesenmaier, 1992) (Yuan, 2005) (Sackett y Botteril, 2006) (Paraskevas y Arendell, 2007) (Schluter, 2008).
En este sentido, si bien la seguridad turística se ha convertido en un tema de estudio obligado, poca investigación, estudios, o material pueden encontrarse con respecto a la cobertura que los medios de comunicación hacen en momentos en que un grupo de viajeros (turistas) desaparece. Lo cierto parece ser que existen casos que apelan a la emoción colectiva, como lo fue el caso Pomar sobre todo por las dos menores de edad, y otros que pasan desapercibidos por la opinión pública. La protección sobre los niños en conjunción con la negación del final menos pensado ha creado toda una serie de especulaciones y narraciones fantásticas que merecen ser examinadas. El caso Pomar se convirtió en un caso de “la mayoría de los argentinos” por su elevada carga emocional;
todos, en el fondo, podíamos ser “Los Pomar”, podíamos pasar por idéntica situación y ese pensamiento era francamente inaguantable, intolerable.