Hernán Gómez Bruera
A pesar de ser un enemigo de la democracia y un apologista de las dictaduras, Jair Bolsonaro ganó la presidencia de Brasil con 58 millones de votos. Su triunfo no se explicaría sin el apoyo de una élite que hace algunos años se dio cuenta de que la democracia liberal no servía para sus intereses y prefirió apostar por el autoritarismo.