La primera estrategia que les viene a la cabeza a la mayoría de los directivos cuando se enfrentan a una crisis financiera es la mera supervivencia. Sin embargo los más inteligentes saben que los periodos de gran incertidumbre. Con panoramas financieros y competitivos que cambian casi de la noche a la mañana, pueden ser el momento ideal para conseguir importantes ventajas estratégicas.