Laura Collin Harguindeguy
I. Un fantasma recorre el país. En Argentina 2008 hay 160 empresas recuperadas por los trabajadores, que intentan producir, subsistir, permanecer y afianzarse, a pesar de los embates del capital, rempoderado después de la crisis. El modelito de la recuperación de empresas ya comenzó a tomar características epidémicas diseminando sus semillas a países contiguos como Uruguay, o más lejanos como Venezuela, donde se infiltra con el beneplácito gubernamental. El contagio es visto como peligroso y amenazante por la burguesía y sus acólitos, por constituir un atentado contra el sacrosanto principio de la propiedad privada, ignorado –en parte- por el gobierno local y los políticos, tal vez porque no entra en sus esquemas como liberales de izquierda (Cieza, 2006); motivo de disputa entre líderes y corrientes; y expectativas por quienes simpatizan con los trabajadores.